Andalucía es puente de unión entre dos continentes, África y Europa, y punto de encuentro entre el Atlántico y el Mediterráneo. Situada al sur de la Península Ibérica siendo el punto más meridional del continente europeo. El límite norte está marcado por Sierra Morena que sepera la meseta castellana al norte y la depresión del Guadalquivir al sur. El límite oeste viene determinado por el río Guadiana que separa la provincia de Huelva de Portugal.

Al sur la presencia del Océano Atlántico, que baña las costas de Huelva y Cádiz, y del mar Mediterráneo, que hace lo propio con las costas de Cádiz, Málaga, Granada y Almería marcan el límite sur. El límite este está determinado por el contacto entre Almería con el mar Mediterráneo y el Levante español. Con 87.268 km2, Andalucía es la segunda Comunidad Autónoma más extensa de España.

El Guadalquivir ha creado un valle fértil a quién da su nombre, y constituye junto a su afluente, el río Genil, el eje fundamental que configura físicamente a Andalucía. Desde su nacimiento en el Este, en la Sierra de Cazorla, a su desembocadura en el poniente, junto a las marismas del Parque Doñana, el Guadalquivir es fuente de la vida para el territorio que atraviesa.

El 50% del territorio andaluz es montañoso, una tercera parte se encuentra por encima de los 600 metros, con una gran altiplanicie y 46 cumbres que sobrepasan los 1.000 metros. Por su altitud -Mulhacén y Veleta superan los 3.400 metros - Sierra Nevada, en plena Cordillera Penibética, se erige la reina de las alturas

Comunicaciones

Hoy día, la red de autopistas, autovías y carreteras se extiende a lo largo de más de 24.000 km. La red ferroviaria se ha completado con dos líneas de alta velocidad: Sevilla-Córdoba-Madrid, que lleva en funcionamiento desde 1992 y la recién estrenada Málaga-Córdoba-Madrid.

El tráfico aéreo cuenta en Andalucía con una importante dotación de modernos y amplios aeropuertos completan una oferta que conecta Andalucía con las principales capitales españolas, europeas y numerosos puntos del resto del mundo.

El lugar estratégico ocupado por Andalucía, bañadas sus costas por el Mediterráneo y el Atlántico, hace de sus puertos, y en concreto el de Algeciras, uno de los nudos principales del tráfico marítimo mundial.

Otros puertos, Huelva, Cádiz, Málaga y Almería, son origen de líneas de transporte y por su extenso litoral se reparten treinta y siete puertos deportivos; además, Sevilla dispone de dos puertos fluviales. Todos son auténticos generadores de una gran actividad comercial y turística.

Clima

Andalucía es una de las regiones más cálidas de toda Europa. Su clima, mediterráneo templado, se manifiesta con veranos secos y calurosos e inviernos de temperaturas suaves, con precipitaciones irregulares. Si hay un rasgo característico del ambiente andaluz, es la luminosidad, resultado del gran número de horas de sol, que marcan el carácter alegre y hospitalario de los andaluces.
Naturaleza y Paisaje

La diversidad, extensión y riqueza ecológica de los territorios andaluces reúne las cumbres más altas de la Península Ibérica en Sierra Nevada, extensos humedales, espesos y umbríos bosques, desiertos volcánicos y tramos de costa sin apenas traza humana.

Andalucía cuenta con una vasta red de Espacios Naturales, que suponen aproximadamente el 18% de su territorio, caracterizados como Parajes, Parques o Reservas, lo que la coloca a la cabeza de las comunidades españolas en la defensa de su patrimonio medioambiental.

La mayoría de esta superficie la ocupan los Parques Naturales, a los que hay que añadir el emblemático Parque Nacional de Doñana, declarado por la UNESCO "Reserva de la Biosfera". Los Parques Naturales corresponden a espacios montañosos y boscosos, y áreas litorales, como el Cabo de Gata almeriense.

En los Parques Naturales de Grazalema y Sierra de las Nievesy Sierra Bermeja hay bosques de pinsapos únicos en todo el mundo. Las llamadas Reservas Naturales son en su mayoría enclaves húmedos, de menor extensión que los parques, pero de enorme importancia para la flora y la fauna, especialmente las aves.

Otros ámbitos protegidos menos extensos, pero de importancia singular son los parajes naturales, cuya interesante variedad nos traslada desde las fabulosas formaciones de roca kárstica del Torcal de Antequera, hasta Tabernas, en Almería, el único desierto en el continente europeo.

Las costas constituyen el otro medio natural andaluz con personalidad propia, que se extienden a lo largo de más de ochocientos kilómetros con numerosos tramos de playas.

Desde la Costa de Almería, la Costa Tropical granadina, la Costa del Sol en Málaga o la Costa de la Luz de Cádiz y Huelva, han visto potenciados sus valores medioambientales, que unidos a la calidad y calidez de sus aguas y al sol omnipresente, han hecho de ellas una de los destinos turísticos preferidos por viajeros de todo el mundo.


La milenaria historia de Andalucía ha dejado en herencia un inmenso legado artístico. La Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba o la Giralda y casco histórico de Sevilla son hitos monumentales de la Humanidad, pero en la inmensa mayoría de sus ciudades y pueblos se encuentran representados los mejores momentos de la vida artística andaluza a través de los tiempos.

La brillante arquitectura islámica, renacentista y, sobre todo, barroca de sus edificios más importantes, sus castillos, fortalezas y monasterios, diseminados por toda su superficie, completan un patrimonio de enorme trascendencia. La patria de Velázquez, Murillo y Picasso dispone de lienzos, esculturas, joyas, imágenes y restos arqueológicos que se reparten por catedrales, museos, iglesias, conventos y palacios como guardianes de un potente desarrollo artístico. En la localidad más alejada es posible encontrar un retablo de primera categoría, una obra maestra de la pintura o una pieza de la más elaborada orfebrería.

La variedad de fiestas y celebraciones en Andalucía es tan amplia como su geografía, y su calendario es una auténtica enciclopedia donde se resumen las artes y costumbres de sus pueblos.

En las fiestas de primavera, de siembra y cosecha, en cada fiesta patronal, feria, vendimia, verbena y romería se pone de manifiesto lo más elaborado de su artesanía, gastronomía, música y creencias religiosas.

Los carnavales inician ruidosamente la serie, subvirtiendo con humor e ironía los papeles cotidianos. En Semana Santa los templos sacan en procesión sus más valiosos tesoros para acompañar las imágenes de la Pasión, recorriendo un itinerario que se repite fielmente cada año. La festividad del Corpus es el argumento para un brillante desfile. Las Cruces de Mayo aúnan espectacularmente lo religioso y lo profano.

La Fiesta de los Toros tiene en Andalucía una importancia fundamental por su gran arraigo, y durante tres cuartas partes del año se celebran corridas en sus numerosas plazas, coincidiendo con las ferias locales, donde se baila y se canta al son de las guitarras. El flamenco es la expresión más genuina del folclore andaluz. Los festivales de cante en período estival establecen un calendario de actuaciones para todos los gustos.

Las romerías son procesiones piadosas y festivas que tienen como escenario la naturaleza, huella de los antiguos ritos de la fertilidad.

Han alcanzado gran renombre su cerámica y alfarería, sus trabajos artísticos en metal y joyería, las labores del cuero para calzado o guarnicionería, la producción textil artesanal, que va desde la fabricación de mantas a los bordados y mantones, y toda una muestra de habilidades que incluyen al mueble, fibras vegetales, encuadernación, trabajos en piedra y mármol e instrumentos musicales, entre otras.

Prehistoria y Antigüedad

La revolución del Neolítico, el descubrimiento de la agricultura, el paso del nómada al sedentario, llegó a Europa desde África a través de lo que hoy se conoce por Andalucía.

Este eje de influencia se completará con el desplazamiento Este - Oeste, del mundo mediterráneo al universo atlántico, que se inicia con la revolución de los metales y la llegada por mar de pueblos colonizadores del Este. Esta confluencia de fertilidad de la tierra, metalurgia y minería producirá el fenómeno de Tartesos, la misteriosa civilización desaparecida que habita el sur de la península ibérica desde la edad del bronce, la primera monarquía conocida en el Occidente de Europa. Roma se fijará en estas tierras al comprobar que es la puerta abierta a la amenaza de Cartago. Sus legiones aparecen por primera vez en el siglo III a.C.

Esta provincia exuberante, la Bética, pasará a formar parte durante siete siglos del gran mundo civilizado, y aportará al imperio metales, vinos, aceite, trigo, filósofos, escritores y los dos primeros emperadores nacidos fuera de la península itálica: Trajano y Adriano. Por el Norte aparecen otros pueblos. Desde la otra orilla del Rin descienden los vándalos y llegan en el 411 d.C., se instalan en el valle del Guadalquivir y en el norte de África, y durante medio siglo unirán las dos orillas continentales. Antes de ser expulsados por los visigodos, aportaran un nuevo nombre a este extremo de Europa: Vandalucía.
El Islam

Desde su entrada en el año 711, el Islam significa para estas latitudes una aventura prodigiosa. El Califato de Córdoba fue durante mucho tiempo el estado más sofisticado de Europa. Los árabes aportan técnicas de aprovechamiento agrícola, conocimientos botánicos y científicos, poesía y desarrollo intelectual durante ocho siglos.
Los Reinos Cristianos

Su descomposición política será aprovechada por los reinos cristianos del norte de la península, que aceleran su Reconquista. En 1236 cae Córdoba, y Sevilla en 1248. El último bastión, el reino de Granada, es conquistado por los Reyes Católicos en 1492. Ese mismo año, Colón zarpa de un puerto andaluz, Palos, en Huelva, para descubrir América. El centro de gravedad económico y político del mundo se desplaza.
El corazón de Europa

Una ciudad andaluza interpreta este momento crucial, alcanza su mayor gloria durante 150 años, y se convierte en el lugar donde "late el corazón de Europa". Sevilla es el centro neurálgico del imperio español; a su puerto llegan las naves cargadas del oro y la plata de América, y de ahí salen acuñadas para ser repartidas por los países europeos. Cádiz, más tarde, continúa el protagonismo andaluz en las relaciones con las Indias. Otra localidad andaluza, Sanlúcar de Barrameda, pasa a ser el principio y el fin de la Primera Vuelta al Mundo.
Siglo XIX

La historia andaluza más reciente está ligada a un siglo XIX convulso, que se inicia con la Guerra de la Independencia y la aprobación de la primera Constitución española en las Cortes de Cádiz de 1812. Los intentos de modernización e industrialización, la masiva explotación de los recursos mineros, el aumento espectacular de las exportaciones de vino y aceite son los sucesos más destacados de un trasfondo económico que se resiste a cambiar y permanece anclado en la agricultura.
Siglo XX

El siglo XX se abre con propósitos de regeneración y se impregna rápidamente del optimismo de los años 20. Sin embargo, la persistencia de la inestabilidad social desemboca en el trance de la Guerra Civil de 1936 y sus secuelas. Tras la fulgurante transformación económica y social de las décadas 60 y 70, se instaura la democracia y Andalucía se constituye como Comunidad Autónoma en 1981, siendo la Junta de Andalucía el máximo órgano de gobierno y su Parlamento el instrumento supremo de representación para una población que ronda los ocho millones de habitantes.